Por otro lado, la situación está mejorando últimamente. En EE.UU. a las casas de apuestas se les ha permitido colaborar con organizaciones deportivas y el desarrollo de la Liga Continental de Hockey también ha ayudado a esta mejoría. Ahora, para los partidos de este campeonato, se ofrecen muy buenos y variados tipos de apuestas, en parte gracias a que Fonbet ha pasado a ser uno de los sponsors de la KHL.
Lo mismo se puede decir del campeonato del mundo, ya que la Federación Internacional de Hockey sobre Hielo colabora con la “Liga de Apuestas”, la cual ofrece interesantes apuestas para los partidos. El resto se están esforzando por no quedarse atrás y por eso es difícil que los fans del hockey se sientan marginados a día de hoy.
A diferencia del fútbol, que es igual en todo el mundo, en el hockey existen dos mundos, que aunque tienen cosas en común, siguen sus propias reglas. En Europa el hockey se juega en pistas amplias (28-30 metros), mientras que en América del Norte, en pistas estrechas (26 metros).
Además, al otro lado del océano, se da más importancia al enfrentamiento, al estilo agresivo y al juego de ataque. Esto da lugar a partidos más dinámicos y aumenta el marcador de los mismos. Es más, en América del Norte son comunes las remontadas y los resultados inesperados en los partidos.
¿Qué tipos de apuestas de hockey hay?
Aquí, a diferencia del fútbol, hay pocas. Por lo general se apuesta al resultado, al total y hándicap, pero existen otros eventos a los que apostar. Vamos a verlos todos por orden.
Se trata de intentar averiguar cómo terminará el partido al final del tiempo reglamentario. Solo existen seis opciones:
1 – victoria del primer equipo
Х – empate
2 – victoria del segundo equipo
1Х – victoria del primer equipo o empate
2Х – victoria del segundo equipo o empate
12 – victoria del primer del segundo equipo.
Recordamos de nuevo que aquí se habla del tiempo reglamentario, el cual termina con la sirena final en el tercer tiempo. Pero como en la gran parte de los casos los partidos de hockey se resuelven en el overtime o en la serie de penalties, además de al tiempo reglamentario, se puede apostar al partido completo y la apuesta será ganadora en caso de que el equipo gane. No importa si lo hace en el tiempo reglamentario o en el añadido.
Por ejemplo: Cuarto partido de la final de la Copa Stanley entre Lightning y Canadiens. Un aficionado hace la apuesta 2. En este caso, la victoria del club de Montreal en el tiempo reglamentario. El partido termina con la victoria de Canadiens 3:2 en el tiempo adicional. Apuesta perdida.
Como en el fútbol, aquí hay varias posibilidades: total del partido o total individual de uno de los equipos. Si elegimos total del partido, es imprescindible que al final del mismo se hayan marcado un número de goles concreto. En las apuestas al total en hockey es importante prestar atención a qué tipo de tiempo se hace referencia, reglamentario o adicional, ya que los coeficientes suelen ser diferentes. La apuesta “Total Tiempo Reglamentario más de 4,5” significa que cualquier partido donde se marquen por lo menos cinco goles hará victoriosa nuestra apuesta. Cuatro o menos goles no serán suficientes.
Si elegimos total individual, entonces todo depende del número de goles de un equipo concreto, sin importar si éste gana o pierde.
Por ejemplo: Tercer partido de la final de la Copa Stanley entre Lightning y Canadiens. Un fan del club canadiense elige la apuesta “Total individual Canadiens más de 2,5”. Bastante arriesgado teniendo en cuenta que en cada uno de los dos partidos anteriores el club canadiense metió un gol solo. El partido termina con la derrota de Canadiens 3:6, pero, como vemos, el equipo metió más de 2,5 discos. Apuesta ganada.
Las apuestas hándicap tampoco se diferencian en nada del fútbol. En este caso, el hándicap es un intento de adivinar con qué diferencia de goles terminará un partido. El hándicap puede ser positivo o negativo. En el primer caso, para ganar es imprescindible que nuestro equipo no pierda por más goles que la cantidad de hándicap elegido. En el segundo caso, que la diferencia de goles por la que gane nuestro equipo sea más grande que el hándicap al que apostemos.
Por ejemplo: Primer partido de la final de la Copa Stanley entre Lightning y Canadiens. Un aficionado está seguro de que en el juego de apertura, Lightning destrozará a su oponente y por eso apuesta “Hándicap Lightning (-2,5)”. Esto significa que el equipo deberá ganar a su contrincante por una diferencia mayor de 2,5. En este caso, tres o más goles. Lightning gana 5:1, es decir, con hándicap final de 4 goles. Apuesta ganada.
Además de las apuestas expuestas de resultado, total y hándicap, en el hockey también existen otros eventos a los que apostar: periodos de tiempo en los que se anotará el primer/último gol, equipo que meterá primero o último, resultado exacto y mucho más.